Contra viento y marea Rorschach descubrirá quién es en realidad “el Bardo”, un asesino en serie cuyas víctimas son mujeres con versos cortados sobre su piel. Ni el apagón que tuvo lugar realmente en Nueva York en 1977, ni la suplantación de su identidad, ni siquiera un tigre de bengala... Nada impedirá que Walter Kovacs acuda al rescate de la única chica con la que parece haber tenido un mínimo contacto humano. Mucho tiempo atrás se inicia la historia de Moloch, cuya penosa infancia en los años treinta ni por asomo augura en qué se convertirá: de mago de vodevil a jefe criminal, su pasado con los Minutemen o el Dr. Manhattan empieza a desvelarse, y el epílogo de su existencia se ve marcado por otro tránsito no menos inaudito... de presidiario a confidente de Ozymandias. Y el propio Adrian Veidt ve culminar la labor de su vida al enlazar aquí su plan con los primeros compases de Watchmen.
Aunque el mítico equipo creativo de Batman: Ciudad rota, Jonny Double, 100 balas y Spaceman coincida en este octavo tomo, guionista y dibujante lo hacen por separado: si Brian Azzarello termina de relatar junto a Lee Bermejo la sórdida aventura de Rorschach que empezó en el volumen anterior, Eduardo Risso se une a J. Michael Straczynski —célebre por Superman, Thor o Spiderman— para dar comienzo a una biografía tan breve como peculiar de Edgar William Jacobi (Moloch)... Asimismo, Len Wein y Jae Lee concluyen su igualmente singular recorrido por la trayectoria vital (y mortífera) de Ozymandias.