Prosigue la narración de los orígenes de Adrian Veidt, también conocido como Ozymandias, hasta su conversión en uno de los más populares justicieros del universo de Watchmen y en un multimillonario apodado “el hombre más listo del mundo”. En esta tercera entrega dan comienzo además las demoledoras aventuras de quien podría ser, y es en cierto modo, su antagonista, Edward Blake —el Comediante—, que suponen un paseo por el lado más oscuro de la historia estadounidense del siglo XX: no solamente por episodios como la Guerra de Vietnam, en la que ya se sabía que estuvo atrozmente implicado desde la obra de Alan Moore y Dave Gibbons, sino por otros desconocidos hasta ahora... e igualmente tétricos, como la muerte de cierta actriz en un aparente suicidio o las tragedias de una familia de altos cargos políticos que muchos siguen considerando a día de hoy prácticamente la realeza estadounidense. Pero esa “Tentación Rubia” y los Kennedy no serán los únicos que lamenten haberse cruzado con él...
Mientras Len Wein (Green Lantern: Sector 2.814) y Jae Lee (Superman: American Alien) continúan relatando qué pasó Antes de Watchmen con Ozymandias, Brian Azzarello (Batman: Condenado) y J.G. Jones (Crisis Final) empiezan a hacer lo propio con El Comediante. Las coincidencias entre ambos personajes, aparentemente irreconciliables pero inmersos en vidas que nunca dejan de ser guerras perpetuas, comienzan a perfilar en qué llegarán a convertirse en Watchmen, algo a lo que contribuye la aparición de figuras clave de dicha historia: Moloch, el Dr. Manhattan, el primer Búho Nocturno, Mothman, el Capitán Metrópolis e incluso la peculiar mascota felina de Adrian, Bubastis, son solo algunas de ellas.