Cuando era apenas una bebé, Tama fue encontrada por una familia de nekomatas (espíritus felinos) en el templo del bosque en el que estos habitan. Tras ser llevada al mundo de los dioses, la beba fue adoptada "legalmente" por la familia de gatos y criada como uno de ellos. Años más tarde, ya como una niña, Tama regresa a la tierra para perfeccionarse y conocer más sobre el mundo humano. Así, acompañada por su excéntrica familia y algunos "amigos" que conocerá a lo largo de su aventura, la niña comenzará un viaje que la llevara a convertirse en la diosa que devolverá al templo Nekomata a sus épocas de gloria, mientras intenta ayudar a aquellas personas que lo necesitan y se mete en delirantes aventuras.