ANTES DE SER PADRE, KRATOS FUE EL DIOS DE LA GUERRA. PERO MUCHO DE SU VIDA QUEDÓ EN EL OLVIDO… HASTA AHORA
Después de vencer a Zeus y frustrar los planes de Atenea, Kratos se cree libre al fin de sus obligaciones con los dioses. Pone rumbo al desierto en un intento de distanciarse de su hogar, el lugar de su mayor vergüenza, solo para descubrir que su furia incontrolable y la culpa le pisan los talones. Kratos está enfurecido con el único enemigo que ha demostrado ser inconquistable: él mismo. Sin embargo, una guerra contra uno mismo es imposible de ganar y solo invita a la locura.