H. D. Thoreau destacó como nadie la importancia fundamental de la naturaleza en la relación con el ser humano. Hasta el punto de que en determinado momento de su vida se construyó una cabaña en mitad del bosque, frente al lago Walden, y estuvo dos años viviendo en ella. Su experiencia fue magistralmente expuesta en este libro.
Tanto el defensor de un estilo de vida sencillo y autosuficiente, más cercano al hombre primitivo, como aquel que prefiere la comodidad de su sillón de lectura encontrarán en Walden un texto excepcional y enriquecedor y un necesario canto a la Naturaleza.
«Fui a los bosques porque quería enfrentarme solo a los hechos esenciales de la vida… para no descubrir, en el momento de la muerte, que no había vivido».