El coleccionable dedicado a Watchmen cumple una docena de entregas con este volumen, integrado por tres episodios de la serie original que marcaron época. Para empezar, El abismo devuelve la mirada es un estudio del personaje de Walter J. Kovacs a través de sus sesiones con el psiquiatra Malcolm Long, durante las que el primero se somete al célebre test de manchas de tinta simétricas que le dio su nombre como justiciero. El resultado no solo contribuyó de forma decisiva a la impronta de la obra en la historia del cómic, sino que los acontecimientos que retrata son cruciales para que la herencia de Rorschach se despliegue tal como lo hará en El Reloj del Juicio Final. Y hablando de legados: Hermano de los dragones profundiza en el segundo Búho Nocturno, Dan Dreiberg, mientras que Viejos fantasmas narra el destino de su predecesor, Hollis Mason, con el que dio comienzo esta serie de tomos.
Alan Moore y Dave Gibbons firmaron en su día Watchmen, junto al colorista John Higgins y su inconfundible paleta, y dejaron una huella imperecedera en el imaginario del cómic mundial. Esto se aplica a todos y cada uno de los capítulos que componen el relato, y los núms. 6, 7 y 8 del mismo, recopilados en esta entrega, no son ninguna excepción. En ellos, mientras Rorschach sigue prisionero, Espectro de Seda y Búho Nocturno vuelven a la actividad, una conspiración en la sombra relacionada con múltiples desapariciones continúa desvelándose y los hechos se precipitan hacia un desenlace demoledor.